Una de las tendencias que vuelven con fuerza a pesar de ser un tejido que forma parte de muchos fondos de armario desde hace décadas. Hoy os hablo de las Rayas Diplomáticas.

Este estampado de finas rayas nació en Londres a finales del siglo XIX. Los banqueros de la City se hacían confeccionar trajes a medida en la meca de la sastrería, Savile Row, en tejidos de gran calidad en tonos oscuros y chaleco a juego, del que prendían sus relojes de bolsillo en oro. Pinstripe suit o traje de rayas finas, constituía un uniforme refinado y distintivo. Su popularidad llegaría unos años más tarde, gracias al sofisticado y vanguardista duque de Windsor, quien puso de moda el traje de rayas diplomáticas.

Diplomática porque desde luego si algo transmite este estampado es seriedad, sutileza, elegancia y hasta un poco de astucia.

La finura de este estampado radica en las estilizadas rayas verticales, que son más formales cuanto más finas y juntas estén, y suelen ser de seda, lana o franela. Cuando hablamos de este estampado. Se consideraba ideal para los negocios, pero no para actos religiosos o sociales como las bodas. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años y firmas como Maison Margiela, Jean Paul Gaultier… reinterpretaron este estilo para mujer en prendas atemporales y sofisticadas.

La Segunda Guerra Mundial supuso la incorporación de la mujer al mercado laboral. Las working girls que trabajaban en oficina vestían de forma elegante, con traje sastre, siendo una de las grandes innovaciones de la visionaria Coco Chanel, quien adaptó prendas masculinas para la mujer y cuyos diseños se han recreado. Los refinados cortes de esta década, con faldas por la rodilla, blusas con cuello cerrado y chamarras con hombreras y rayas finas, se reinterpretan también en las piezas sofisticadas de Yves Saint Laurent.

Desde los refinados dandy de la era victoriana, como Beau Brummell y Lord Byron, hasta los intrépidos mafiosos de la Chicago de los años 20, como Al Capone, representando siempre poder y distinción.

Fue en la vibrante década de los años sesenta cuando este estampado adquirió un nuevo significado, gracias al estilo andrógino de iconos como Twiggy y al surgimiento del street style.

Actualmente, la raya diplomática, conquista combinando prendas clásicas con un toque de rebeldía. Ya no se limita únicamente a trajes formales, sino que se encuentra en una amplia gama de prendas, desde pantalones hasta faldas de toda índole, combinando con camisetas, sudaderas y chaquetas de estilo bomber, creando looks sorprendentemente frescos, modernos y atrevidos.