Como presentación, me gustaría hablaros del origen e historia del terciopelo, uno de los tejidos fetiche de UMAR by María Portas. Su origen se sitúa en Extremo Oriente. Sin embargo, se sabe que los antiguos faraones egipcios usaban tejidos muy similares a los actuales terciopelos, dando lugar a referencias de hace más de 3000 años de existencia.
Durante la Edad Antigua y Alta Edad Media se encuentran numerosas referencias a vestimentas de terciopelo entre los gobernantes orientales.
En Europa occidental es posible encontrar referencias a este amado tejido en varias ciudades italianas como Lucca, Florencia, Génova y Venecia desde el siglo XIII en adelante.
A finales de la Edad Media, las técnicas de confección de tejidos majestuosos viajaron a Flandes, región que se convirtió a partir del siglo XVI en el gran productor y exportador europeo de toda clase de productos textiles.
Durante el Renacimiento, el terciopelo se combinaba a menudo con materiales, como el metal o el oro. Uno de los mayores clientes en el negocio del terciopelo fue la iglesia o familias pudientes como símbolo de ostentación.
En España durante los siglos XVII y XVIII también ha habido maestros tejedores, especializados en telas suntuosas entre las que destacan los terciopelos. Incluso algunos de ellos continúan con la tradición, como es el ejemplo de Rafael Catalá.
Durante el siglo XX los más importantes productores de terciopelo del mundo fueron Italia, Francia y Alemania. Paulatinamente desde el año 2000 esos países se transformaron principalmente en importadores. Los nuevos grandes productores mundiales comenzaron a ser China, Corea, Turquía y algunos otros países asiáticos, con costes productivos menos elevados. Solo los terciopelos más exquisitos siguen siendo producidos en Europa.
Al ser elegante, agradable y combinable con cualquier estilo, además de su durabilidad y fácil limpieza, lo convierten en uno de los más demandados por su carácter atemporal. Encontramos diferentes tipos de terciopelo:
El terciopelo de seda, el más delicado y costoso. Tela suave con mucha caída, ideal para prendas de vestir con movimiento. Uno de los más económicos y resistentes es el terciopelo de algodón, utilizado para el tapizado de mobiliario y complementos de decoración como cojines, cortinas, colchas, etc.
Otra opción que encontramos es el terciopelo de lycra, hecho con fibras sintéticas que hacen que el tejido sea elástico, destinado a artículos de baile, gimnasia o ballet.
Los terciopelos sintéticos hechos de rayón y acetato imitan el brillo del terciopelo de seda aunque no tienen la misma caída. Una de las variedades que más se usa es el rayón con base de seda, que logra acercarse al original a precios más asequibles.
La historia continuará…